SODUPE SE IMPONE EN UNA DESLUCIDA PICOS DEL BIDASOA

La lluvia y las caídas fueron protagonistas en la segunda edición de la carrera.

Sólo cuatro participantes tomaron la salida.

14.07.08 BORJA OLAZABAL

La segunda edición del “Criterium Picos del Bidasoa” fue un cúmulo de despropósitos. Pocas cosas salieron bien. Todo venía torciéndose desde tiempo atrás, ya que las inscripciones brillaron por su ausencia. Si bien la organización deseaba un aumento en el número de participantes, lo cierto es que los ciclistas no que participaron no alcanzaron la media docena.

Por poder contar con un miembro más, la prueba tuvo lugar el sábado día 12, en vez del domingo, como estaba previsto. A las 9 de la mañana en la Plaza de San Juan, sólo aparecieron cinco ávidos competidores. Aun así, dadas las pésimas condiciones meteorológicas, uno de ellos, Jon Castillo, decidió volver a casa. Hacia las 9.15 horas, Javier Sodupe, Edu Prieto, Borja Olazabal y Jorge Vicente, nuevo en estas lides, saltaron a la carretera. La organización decidió acortar el recorrido, ya que la fuerte lluvia y la falta de competidores, iba a hacer del Picos del Bidasoa un auténtico infierno. El trazo llevó a los irundarras hasta Jaizkibel, para luego bajar por la misma carretera hacia Hondarribia, volver a Irun y acabar en San Marcial.

Aunque el pelotón fuera muy reducido, no faltó casi de nada. En la carretera del aeropuerto, Olazabal pegó el primer ataque. Vicente se puso a su rueda y juntos consiguieron abrir un pequeño hueco, pero los perseguidores echaron la intentona al traste en poco tiempo. Las primeras rampas de Jaizkibel (Guadalupe) las afrontaron los cuatro ciclistas juntos, pero pronto llegaría el segundo derroche de fuerzas por parte de Olazabal, que en cuanto veía la cámara de televisión se intentaba lucir. Eso sí, con muy poco éxito. Los buenos venían por detrás y tenía la carrera totalmente controlada. El primer demarraje no fue malo, pero enseguida fue devorado por el pelotón principal.

Primera caída

Con el grupo agrupado, y antes de alcanzar la ermita de Guadalupe, se produjo la primera caída. Vicente hizo el afilador con la rueda trasera de Olazabal y se fue al suelo, pero pudo seguir sin dificultades. Cuando las rampas de Jaizkibel se empezaron a hacer más pronunciadas, se empezó a ver a los hombres fuertes. Sodupe y Prieto impusieron un ritmo constante que Vicente y Olazabal no pudieron seguir. La lluvia y la niebla hacían complicada la ascensión, pero a su vez dotó a la prueba el adjetivo de épica.

En la cima del puerto hondarribitarra los cuatro competidores se agruparon y tomaron juntos el camino hacia San Marcial. Cogiendo la variante se produjo el segundo incidente. Los protagonistas fueron los mismos. Olazabal hizo un extraño con la bici y Vicente chocó con su rueda, lo que provocó que el reflector de su rueda saltara. Ninguno se fue al suelo y la travesía continuó sin problemas. El tramo por la circunvalación irundarra sirvió para que los cuatro intrépidos ciclistas rodaran con comodidad, antes de enfrentarse a la última cota montañosa.

El comienzo de la ascensión tuvo lo suyo. Una nueva caída, en la que Olazabal también estaba por medio, fue protagonista. Prieto tuvo que frenar y se fue al suelo al no poder soltar la cala de su pedal. La caída tampoco tuvo consecuencias. Sodupe y Prieto fueron los protagonistas de la ascensión. Su ritmo no pudo ser aguantado por Vicente y Olazabal, aunque este último intentó seguir su estela durante unos metros. Al igual que el año pasado, el ciclista del Teo Relaz atacó en los últimos metros y consiguió sacar de rueda a un Prieto que no tuvo fuerzas para responder.

Javier Sodupe se volvió a hacer con el “Criterium Picos del Bidasoa”, aunque en esta ocasión, la victoria no haya tenido tanto prestigio. Aun así, para la próxima edición, volverá a ser el rival a batir.

Aunque el Criterium haya sido una decepción a nivel organizativo, estas cosas pasan en los comienzos de todas las pruebas. El primer año fue excelente, pero el segundo un rotundo fracaso. Aun así, los organizadores seguirán trabajando durante todo el año para prepara una exitosa tercera edición. Para finalizar, la organización quiere agradecer enfervorizadamente la colaboración de Ander Tubilla, por acompañarnos en moto durante la carrera, y a Alberto Muñoz, que aunque se volvió a casa, se personó en la salida por si era necesario.

La anécdota

La anécdota de la jornada la protagonizó Xabier Igiñiz. El Pulpi estaba citado para competir, pero no apareció en la Plaza San Juan. El día amaneció bien, pero a las 8.45 empezó a llover. En ese momento, los que de verdad querían tomar la salida, estaban rumbo a la céntrica plaza irundarra. Igiñiz no respondió a las llamadas y la carrera partió sin él. Para colmo, hacia las 11.30, con el recorrido finalizado, le escribió un sms a Sodupe diciéndole que se había despertado a las 8 y que como llovía se quedó a dormir. GRAN MENTIRA. A las 8 no llovía. Empezó a las 8.45, cuando Igiñiz ya debería estar en la Plaza San Juan. Como decía mi padre… SE COGE ANTES AL MENTIROSO QUE AL COJO.