El Teo Relax desafia los míticos puertos del pirineo

Los días 18, 19 y 20 de Agosto una pequeña delegación de nuestro club se traslado hasta la zona pirenaica francesa para hacer frente a los míticos y más duros puertos de esta zona. Para llevar a cabo este reto la pequeña delegación estaba formada por los Sodupe, padre e hijo. Este viaje tenía la función principal de conocer de una manera más cercana todas las montañas pirenaicas. Durante estos tres días el equipo debía superar puertos legendarios como el Col del Tourmalet, Col de Aubisque, etc. 1º etapa: Sarrancolin- Luz St Sauveur En la primera etapa la delegación debía afrontar dos puertos, el Col de Aspin y el Col de Tormalet. La etapa comenzaba en Sarrancolin, donde tras recoger el agua necesaria empezaba la etapa. Tras superar los primeros kilómetros sin sobresaltos, se llegaba hasta el pueblo de Arreau, donde comenzaba la primera ascensión del día la del Col de Aspin. Los primeros kilómetros se superaban con cierta facilidad ya que los porcentajes de desnivel no poseían un gran nivel. A partir de este momento, la subida no descansa, superando pendientes de hasta el 12%. Se coronó esta subida en aproximadamente 45 minutos. El curveo de la carretera no da respiro a los ciclistas durante la ascensión al Aspin. Tras un rápido descenso del Aspin y superar el pueblo de Campan se afrontaba uno de los colosos de los pirineos, el Col de Tourmalet, cita indiscutible en el recorrido anual del Tour. Se trata de uno de los puertos más duros ya que se deben superar 23 kilómetros con una media de porcentaje de desnivel del 7%. El desnivel a alcanzar supera los 1400 metros, coronándose a 2155 metros. La dureza de la ascensión y los kilómetros ya recorridos hicieron mella en Sodupe, el cual tuvo que realizar sucesivas paradas para poder llegar a la cima de este coloso. Finalmente se alcanzó coronar en 1 hora y 50 minutos aproximadamente. La primera etapa finalizaba con el descenso hasta la localidad de Luz St Sauveur. 2º etapa: Arrens- Formigal La segunda comenzaba en Arrens para superar tres puertos, el Col de Souler, el Col de Aubisque y el Col de Portalet, este último con 27 kilometros de ascensión. En esta etapa la meteorología no acompaño al equipo ciclista, ya que la niebla se instaló en el cielo durante todo el recorrido. El Col de Souler se superó a un buen ritmo. Tras coronar, un peligroso descenso de tres kilómetros para afrontar las duras rampas del Aubisque, donde la niebla impedía observar las grandes figuras de los diferentes simas. Finalmente a 1700 metros se coronaba el Col de Aubisque. Tras un cauteloso descenso, debido a la niebla y el frio, se llegaba a localidad de Laruns donde comenzaba el último puerto de la jornada. El Portalet comenzaba con pequeños porcentajes de ascensión, hasta llegar a la estación de ski de fondo de Artouste donde se iniciaban realmente las duras rampas. Al fondo el Pic de Midi d´ Ossau, además de dejar atrás la niebla, tras superar una altitud de 1400 metros. Finalmente, se coronaba el puerto en 1 hora y 36 minutos. Tras superar la última ascensión de la jornada, se realiza un rápido descenso hasta Formigal, donde la delegación se hospedaba, descansando para la jornada siguiente. 3º etapa: Laruns- Pierre de Saint Martin En la etapa final la delegación afrontaba los puertos del pirineo este, como el Marie Blanche y la piedra de Saint Martin. Se trata de una etapa con un kilometraje superior a los 70 kilómetros de los cuales 40 son ascendentes. El Col de Marie Blanche se caracterizaba por poseer dureza en los primeros kilómetros, tras los cuales la pendiente era mínima. La ascensión de este puerto a penas supuso problemas para Sodupe. Tras el descenso y recorrer 20 kilómetros prácticamente lisos, se afrontaba el puerto más duro de los tres días. El col de la Pierre de San Martin comenzaba con pequeños porcentajes, pero tras superar el sexto kilometro, la ascensión de los sucesivos 18 kilómetros poseían rampas de extrema dureza, en alguno casos superando el 17% de desnivel. Las duras rampas de la Pierre de Saint Martin. A la fatiga de los días anteriores cabía añadir el desnivel del puerto, ya que la altitud aumentaba drásticamente afectando en el rendimiento de los ciclistas. La ascensión no fue nada sencilla, aunque finalmente se logró conquistar este último coloso. A la derecha del blog se pueden observar más fotografias de este viaje.